lunes, 24 de diciembre de 2007

Tradición cafetazo

Es Nochebuena, son las 10 de la mañana y yo me peleaba con el siguiente párrafo...

"These findings confirm that hepatic output and pool size of biliarey bile acids play a critical role in intestinal cholesterol absorption by the regulation of intraluminal bile acid micellar concentrations. Hydrophilic and hydrophobic bile acid feeding studies in mice show that changes in the hydrophilic-hydrophobic balance of biliary bile acid pool influence cholesterol absorption..."

Yo estoy en casa.... escribiendo, mi tata en la biblio (me pregunto si estaría más concentrada allí que aquí) y me vienen imágenes de hace 4 años, cuando el 24 de diciembre era un día más de estudio sin estudio. Lo pasábamos mal porque la cabeza nos pedía trabajo, y el cuerpo Fiestas... La gente se felicita la Navidad, se va a tomar aperitivo, vinos, cava.... y nosotras, encerradas, ella estudiando, yo tesineando una vez más. Así que, siguiendo a una tradición que quedó olvidada, colgaré la tesis por ahora, me ducharé, recogeré la casa, pasearé al perro (una encuentra 10000 cosas mejores que hacer cuando está en casa) y me iré a buscarla para tomar un café. Si hoy es el día del Señor, que menos que descansar un poco.

Tata! allá voy!!!!!

FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!!!!! DISFRUTEN DE SUS FAMILIAS!

jueves, 20 de diciembre de 2007

Actualizando...

Entre montañas de papeles (casi todo "papers" como se dice en mi profesión, y alguna tesis a punto de descolgarse de la estantería) me escapo de las palabras pseudocientíficas que me rodean entre saltos de página, márgenes con vida propia y fuentes varias.... (de letras)... Y hablando de ello, cómo puede ser que cueste más elegir el tipo de letra que uno va a utilizar en su memoria de Tesis doctoral que un vestido de novia. Y cuando lo digo es porque lo he comprobado, aquí va un detalle, se casa una amiga mía, muy querida, por cierto, y lleva mirando vestidos de novia un mes aproxidamante, ya lo tiene elegido y con las medidas tomadas. Aquí, servidora, comenzó a escribir la memoria allá por septiembre de este añoque se acaba (si bien es cierto, que durante 3 meses no conseguí pasar de 6 páginas), pues que sepáis, que ahora, unas cuantás páginas más avanzada, sigo sin tener claro si me gusta más la Lucida o la Calibri, por no hablar de los tamaños, de los títulos, de los puntos, comas.... Monotemática, queridos míos, me he vuelto monotemática, y ésta es la razón por la que he dejado de transmitir mis paranoias al blog.
Si, Tata, también influye mi maravilloso compañero de vida y de convivencia. Pero realmente, siempre he escrito en mi descanso del trabajo, así que... no hay excusas.
Dejando a parte mi amargura.... Una reflexión: Las cenas de empresa, departamento, sección, etc.
¿Qué opinamos? Para mí existen dos versiones completamente opuestas:
1. Son útiles, es una manera de relacionarte con tus compañeros de trabajo fuera del ambiente laboral, que tan desagradable nos resulta habitualmente. Lo pasas bien, bebes vino, comes bien, a veces, tienes temas de conversación que jamás pensaste que sacarías frente a tu jefe/a, y en general, hace que nos conozcamos todos un poquito mejor. Punto positivo para las cenas de empresa!!
2. Inútiles, aquellos compañeros que se llevan bien, ya lo hacen antes de una cena de Navidad, los que no se hablan, no lo harán en la cena, e incluso se sentirán incómodos por tener a una persona que les desagrada, comiendo cerca. Al jefe lo aguantamos todos los días, y encima también lo tienes que aguantar con tres copas de más, contándote sus batallitas juveniles, mientras que te lo imaginas con la corbata en la cabeza subido a la mesa... Además, seamos sinceros, el espíritu navideño dura sólo un par de semanas, y el día 8 de enero ya estaremos todos dedicándonos al deporte nacional.... "¿Te fijaste en Fulanita? iba maquillada como una puerta... y con un escotazo... Yo creo que se estaba insinuando al secretario del dpto. tal, que además está casado..." Y ellos, "A Pepe se le soltó la lengua después del vino!, iba persiguiendo a una rubiaza que había en la discoteca.... cómo se entere su mujer!!!"
En fin... por actualizar algo en el blog y crear un poco de polémica.

Mientras tanto, seguiré dedicándome a lo mío que el tiempo corre.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Tierra

Ayer cotilleando me encontré con esta preciosidad por la web. Y como dicen, cuentan y rumorean que últimamente no escribo, os dejo algo para que vayáis meditando hasta mi vuelta definitiva.

lunes, 27 de agosto de 2007

Juegos de mujeres

Ellas eran 4, la pequeña contaba 25 y la mayor había estrenado los 30, pero en una mesa de un bar, jugaban como niñas a ver cómo giraba la medalla que una llevaba colgada en el cuello.
Todavía lo veían lejano, pero soñaban con su familia perfecta y proyectaban sus ansias en las oscilaciones de aquella cadena.
Ella, la más joven, cerraba los ojos, y se sorprendía así misma. El resto canturreaban: Chico, un chico.... Otro... y... - Que se pare ya, por Dios, decía ella - una niña.. y... - Ahora sí, ya, vale. - Se paró.
Entre risas comentaban que en el fondo no se lo creían, pero ahí las tenías, observando cómo giraba el péndulo, dando pequeños gritos de sorpresa, poniendo una y otra vez la mano para, o bien comprobar que el resultado se mantenía, o bien intentar que cambiara.
El tiempo pasó y aquello se diluyó....
Años después se encontraron 2 de aquellas mujeres, una de ellas peleaba con un chavalito por ponerle una cazadora y una bufanda, mientras el marido tapaba los piececitos de una chiquilla con una mantam, la niña se había quedado dormida en la silla. La otra mujer se baja de un coche, abre la puerta de los asientos traseros y coge a una niña de dos años en brazos, le pone un anorak rosa y le ajusta sus pequeñas katiuskas. El marido guerrea con dos muchachos de 4 y 6 años que no dejan de discutir, con cara de cansado les desabrocha los cinturones y los da por perdidos.
Las mujeres se miran, se saludan, se sonríen y una de ellas, se echa la mano al cuello de donde le cuelga aquella medalla con la que jugaban años antes.
Al final no supimos si se cumplió o hicimos que se cumpliera.

miércoles, 11 de julio de 2007

Ella... en la estación


Una maleta con ruedas arrastrándose por el andén de una estación, una mujer perdida, temblorosa, los cordones de las sandalias se desatan y ella corre, porque el tren no espera. Un tirante de un vestido mono que se cae en el momento menos adecuado, ella suspira, se agobia, sólo quiere llegar a su destino, sólo quiere correr… Seguramente su equipaje pesa más de lo necesario, pero no importa, ella sólo quiere llegar a su destino. Una vez en el tren el tiempo se eterniza… parece que se haya congelado, y mientras su pie tamborilea piensa “Date más prisa, por favor, llega antes de lo esperado… corre, por favor, corre”. La entrada en su destino se agarra a su vientre, le deja sin respiración, siente que los nervios han atrapado a sus pulmones y casi le falta el aire. Rebusca en el bolso, ella recuerda haber metido un neceser con cuatro pinturas, busca desesperadamente la polvera mientras duda si levantarse del asiento, coger la maleta y prepararse, o esperar… Primero la polvera, se observa, tiene cara de cansada, pero todos sabemos que se le pasará cuando llegue, repasa otra vez su pelo, su vestido… nunca se gustará del todo, pero no importa, el tren ha parado.
Al apearse siente por primera vez miedo… ¿y si no está? Un punto, un lugar, una hora, demasiada gente corriendo de un lado a otro, ¿y si no la recuerda? ¿y si no es cómo antes? Le flaquean las piernas, se asusta, se fija en todos los rostros apresurados, parada busca el café y duda hasta de su propio nombre, una mesa vacía, se sienta y espera…

P.D.: Podéis participar... a ver qué pasa?? Yo os pondré lo que ocurre próximamente.

jueves, 5 de julio de 2007

Y más retales

A veces dibujo paisajes en los sueños que desdibujan la realidad, esa oscura ciudad en la que me sumerjo cada amanecer, llena de edificios en llamas de donde la gente sale huyendo cuando la sirena clama. Y yo te busco, a la salida del trabajo, pero otra vez no estás... porque a veces, es más difícil librarme de la carga del día a día sin tu compañía...
Y entonces berreo, contra la distribución geográfica de los corazones aislados, contra los que no nos permiten 40 m2 de calma, intimidad y mimos, contra la locura de los transportes entre las ciudades, contra el capitalismo, y sobretodo la distancia...

jueves, 28 de junio de 2007

Retales

¿Y qué sucede cuando las cuerdas de una guitarra se enganchan a mi cintura? ¿Qué sucede cuando el tiempo que una vez pareció eterno, es capaz de paralizarse por el sonido de un reloj de cuco fuera de tiempo? ¿Qué pasa cuando las luces de las calles se apagan, dónde se esconden los enamorados? ¿Dónde van sus corazones? ¿Y el suspiro que se cuela por la rendija de una puerta en una despedida? ¿Qué pasará el día de mañana si el camión de la mudanza se queda atascado en el pago de un peaje?
A veces, es mejor callar que preguntar, el miedo es un ente oscuro que se apodera de los ojos de los amantes para convertirlos en jugos secretados por frutas que se pasaron de fecha, no tengo miedo más que al pánico... no quiero sentir las ausencias, el grito que dan mis entrañas cuando se mueren de hambre, y lloran por un cigarrillo que quedó mal apagado en un cenicero de un bar, que estará demasiado lejos, allí donde colgaba mi bolso una noche no demasiado romántica en una ciudad a la que volé en una huída.

lunes, 25 de junio de 2007

Nana


Yo me duermo... pero sólo si me tocas una canción más...

jueves, 21 de junio de 2007

Atardecer... o mi nuevo amanecer

Cuando la luz se pone, siempre existe un rayo que es capaz de iluminar las miradas más oscuras. Cuando me callo, siempre existe una palabra que sólo una mente traviesa, ágil y mimosa es capaz de cazar al vuelo, cuando la noche aparezca y mi cama esté vacía, dibujaré la nube que compramos con nuestro sueños una tarde en Liencres. Y si los ojos se esconden buscaré la luna que me guiñará un ojo, al fin y al cabo, la luna siempre fue rockera y muerde el cuello que deja libre un jersey, cuando el mentón se alza en busca de las respuestas que un mal día se encargó de esconder.


Es bonito tener un meñique enganchado al mío.

jueves, 14 de junio de 2007

Contigo

¿Alguna vez os parastéis en seco en la calle porque pasó a vuestro lado la persona con la luz sobre el hombro izquierdo?
Yo me paré... le miré a los ojos, y creo que tardé exactamente lo que se tarda en pedir unas cervezas en enamorarme, me quedé prendada de sus manos, de su boca, de los gestos de sus ojos. Quizás tardé algunas horas en darme cuenta que me habían secuestrado el alma, que la luna brillaría de otra manera a partir de ahora, fue menos tiempo del pensado, pero mis pies se mueven al ritmo de la magia y yo... tan sólo me dejo llevar, como quien se monta en una nube sin rumbo, porque me da igual el destino, sólo le deseo a él a mi lado, sólo deseo compartir, por una vez en mi vida, compartir cada segundo de mi vida con él.
Me muero por mirarle a los ojos y quedarme callada, sólo observando, dejando que mi corazón se acelere cuando sus labios se aproximan a la curvatura que marcan el final de mi torso y el comienzo de mi cara. Muero por derrumbarme a su lado y repetir sólo una palabra "contigo".
Contigo... que palabra tan perfecta, contigo, algo que sale de mi boca con cada uno de los pasos que doy a lo largo del día, contigo quiero amanecer cada día de mi vida, contigo quiero que el sol se ponga cada noche, contigo quiero compartir las mañanas de resaca tras la tormenta, contigo quiero los besos que me roba el aire cuando te marchas a trabajar, contigo cada segundo delante de un café, contigo mirando al mar agitarse, contigo soñando con una ciudad sin barreras, contigo soñando con cuatro paredes que nos acojan.
Tardamos tanto tiempo en encontrarnos... que le quita el sentido a mi existencia sino es por el hecho de viajar para encontrarle. Alguien eligió por mi a mi media naranja, quizás fue el amor de mi vida en otra vida, quizás eso sea capaz de darle sentido al hecho de que nuestras vidas parecen haber nacido para encontrarse.
Tan sólo sé que por fin soy capaz de dibujar una figura a mi vera y la imagino tanto que creo que en cualquier momento se fundirá con mi cuerpo, y tal vez, un día dejemos de existir como individuos, porque al fin y al cabo, yo que me consideraba entera, soy tan sólo una mitad que encuentra absurda su vida sin el latido de su otra mitad.

viernes, 1 de junio de 2007

Mantener las distancias imposibles...

Cuántas canciones existen, cuántos poemas, cuantas lágrimas han derramado las personas por amar sin ser correspondidos, pero cuántas de ellas fueron derramadas por aquel amig@ que pasaba la mayor parte del tiempo a su lado. ¿Quién puede alzar la mano para decir que no pertenece a esta enorme población?
Os contaré un cuento…
La primera vez que me fijé en un chico, fue casi sin darme cuenta. Tenía un compañero de clase que se sentaba cerca de mí, por supuesto que lo veía todos los días, y creo que fue al pasarme un boli, o explicándome algo, mi mente salió de mi cuerpo para observarme, y allí estaba, con la mirada prendada de sus movimientos. Él me quería como hoy en día se dice que se quiere a un amigo, y yo estaba encantada de todo lo que él hacía. Aquella fue la primera vez, pero no la única. He de reconocer que también he estado en la situación opuesta, siendo la perfecta amiga, la que abrazaba a su amigo cuando lo necesitaba, sin darse cuenta que cada caricia cavaba una brecha en su ya maltratado corazón.
Con la edad, comencé a luchar por no enamorarme de un amigo, una incansable lucha de la que con los años, y la experiencia he salido vencedora, y bastante dañada, no lo sé demasiado bien. He perdido amigos, he perdido amantes, he ganado enemigos, un millón de nostalgias, un vacío insoportable, y un tremendo sopor de tarde de otoño lluviosa, pero logré marcar esas distancias, tan fáciles de definir, y tan difíciles de marcar en el corazón.
Sin embargo, dejé un flanco abierto en esta guerra que se encarga de cargarse la capacidad de amar que mi malgastada alma tiene, yo puedo luchar por no enamorarme de mis amigos, pero no soy capaz de controlar que el susodicho del que yo me cuelgo (que suele ser una media de uno al mes, con idas y venidas de unos y otros) pretenda convertirse en el mejor amigo que he tenido nunca… No, no quiero ser tu amiga, me conformaría con ser tu amante, pero me niego a ser tu confesora.

Es de todos conocidos un canción sobre este tema (me uno a la moda de los posts musicales)
Agua
http://www.youtube.com/watch?v=SRSQEoOi6e4&mode=related&search=

Y un regalito que me recomendó mi compañero de piso.
http://www.youtube.com/watch?v=PLBcqYQIANE

¿Alguien se apunta? Un beso para tod@s.

martes, 29 de mayo de 2007

¿Y el amor?

¿Qué me sucede últimamente? ¿Por qué siento que es mi momento y nadie lo puede compartir? ¿Por qué me muero por enamorarme y el amor se me escapa por la punta de los dedos? Tic-tac... es un sonido que se empieza a meter demasiado en mi corazón, cada vez más difícil, cada vez más sola, cada vez más perdida en el mundo de la soledad, cada vez más fuera de sitio.
Maldita primavera que nunca acabó de emocionarme, nunca me gustó ver pasear a las parejas por el parque como enamorados... ni siquiera cuando tenía pareja, siempre me causaron envidia malsana -que dirían un par de amigos míos- Todo es precioso, sí, pero ¿quién "coño" (perdón pero sino no queda bien) me abraza a mí de noche cuando la habitación se me cae encima?, ¿y quién me escucha, a parte de mis paredes, cuando tengo un día difícil en el trabajo?. Un millón de amigos, se supone, porque tener tengo y todos fantásticos, pero siempre tienen algo mejor que decir cuando yo quiero chillar que me siento tremendamente sola sentimentalmente hablando, porque será muy divertido la noche, pero en el fondo, yo nací para ser una malcriada, una niña mimosa, que se abraza al cojín de su sofá, porque a falta de pan buenas son tortas, y últimamente por no estar, no está ni mi perro, ni mi madre, ni mi sofá...
Hoy tengo ganas de que llueva, porque el día para mí hoy está lluvioso, tengo el corazón triste, y lo malo es que sé que no puedo cambiarlo, hoy quiero que llueva, salir a la calle sin paragüas y mojarme, como hacía cuando era una cría y estaba triste, hoy tengo ganas de llorar y no puedo, porque me he hecho mayor y ya no puedo derramar lágrimas porque crea que el amor no existe para mí. Hoy quiero que el cielo se derrumbe un poco, y meterme en la cama, que haga frío y el edredón de mi cama me acoja en sus entrañas.
Durante años he escuchado a la gente decirme que era muy joven... y qué vieja me siento de pronto, sin motivo, supongo, no he envejecido de la noche a la mañana, pero es tan difícil enfrentarse al mundo estando sola...
"Sola porque tú lo eliges" No, cariño, sola porque nadie me ofreció una opción mejor, sola porque me negué a morir envenanada de amor, sola porque me negué a resignarme, sola porque me enseñaron a luchar por lo que quiero, pero al fin y al cabo, sola y con los sueños tirados por la taza del servicio. Una mujer de mi tiempo, dedicada en cuerpo y alma a su profesión y sus amigos, que será la dama de honor en las bodas, y la tía perfecta que vive en el centro, porque prioriza su vida social a 4 habitaciones con terraza... ¿Y el amor dónde se quedó? En algún rincón del camino.

lunes, 28 de mayo de 2007

Olvido de jefatura

¿Qué sucede cuando todo lo que tenemos a nuestro alrededor no es real? Cuando era una niña, tenía un sueño, mi profesión era un sueño que podía llegar a ser alcanzable, y soñaba con formar parte de una comunidad que hacía que el mundo fuera más fácil, más bonito, más saludable... ¿qué ha pasado con todo lo que yo soñaba? ¿Qué se perdió por el camino?
Por el camino de la vida de muchos investigadores se perdió la ilusión, las ganas de luchar por un mundo mejor, y sin embargo, apareció la codicia, la envidia, la ambición y la venganza. Yo no digo, ni lo diré nunca que no sea una mujer ambiciosa, que lo soy, ambiciosa a nivel personal, es decir, quiero conseguir lo que me proponga, pero no pasaré por encima de un ser humano para obtener un logro laboral, o no por ahora, así lo veo. Y siempre digo lo mismo, no me olvidaré de lo que pasé cuando fui joven, de lo que estoy pasando... y sin embargo, algo en mi interior me dice que se olvida. Porque veo a mis superiores, cuando reciben una queja de los jóvenes, y su respuesta siempre es... “No os quejéis porque cuando nosotros teníamos vuestra edad no teníamos tantos privilegios”. Privilegios por los que se supone que ellos lucharon, porque alguien anterior a nosotros tuvo que gritar para que un becario no fuera la “prostituta” del profesor titular, alguien tuvo que quejarse, para que se considerara infrahumano horarios laborales que algunas veces llegaban a las 24 horas, alguien tuvo que quejarse para que pudiéramos disfrutar de vacaciones, y para que no aceptáramos trabajar el 50% del tiempo sin cobrar y con contratos de exclusividad sin sueldo... tuvieron que ser ellos, pero ahora se vengan y nos exigen aquello que ellos no querían.
En fin... sólo pido, y por ello lo dejo por escrito, que si algún día alcanzo el estatus profesional de aquellos que me rodean, me acuerde de los años en que fui una de tantas becarias-precarias.
A todos aquellos que dicen ser nuestros jefes... ¿Sobreviviríais hoy con 1000 euros, sin seguridad social, hipoteca de 600 €/mes mínimo, la comida que se sube por las nubes, sin pareja que os ayude, ni padres que os subvencionen, sin paro, sin posibilidad de progresar, teniendo sobre vuestras espaldas estudios superiores, post-grados, y tesis doctorales? La vida ha cambiado para mejorar nuestra situación, pero también ha subido como la espuma el nivel de vida y el endeudamiento.
En fin... jefes.

martes, 15 de mayo de 2007

Stay

Porque a veces no soy capaz de expresarme más que con canciones, y ésta es una de esas agridulces, empieza triste, pero al final me da la fuerza que necesito.

Stay - Lisa Loeb-

You say I only hear what I want to.
You say I talk so all the time so.
And I thought what I felt was simple,
and I thought that I don't belong,
and now that I am leaving,
now I know that I did something wrong 'cause I missed you.
Yeah yeah, I missed you.
And you say I only hear what I want to:
I don't listen hard,
don't pay attention to the distance that you're running
to anyone, anywhere,
I don't understand if you really care,
I'm only hearing negative: no, no, no.
So I turned the radio on, I turned the radio up,
and this woman was singing my song:
lover's in love, and the other's run away,
lover is crying 'cause the other won't stay.
Some of us hover when we weep for the other who was
dying since the day they were born.
Well, well, this is not that;
I think that I'm throwing, but I'm thrown.
And I thought I'd live forever, but now I'm not so sure.
You try to tell me that I'm clever,
but that won't take me anyhow, or anywhere with you.
You said that I was naive,
and I thought that I was strong.
I thought, "hey, I can leave, I can leave."
Oh, but now I know that I was wrong, 'cause I missed you.
Yeah, I miss you.
You said, "I caught you 'cause I want you and one day I'll let you go."
You try to give away a keeper, or keep me 'cause you know you're just
scared to lose.
And you say, "Stay."
And you say I only hear what I want to.

....bss

lunes, 14 de mayo de 2007

...penumbras

¿Qué haces cuando el trabajo supone una piedra más en tu camino? ¿Qué haces cuando todos tus esfuerzos invertidos no se ven recompensados por ningún lugar? Y sientes que tu camino es un escollo en el camino de los demás. ¿Qué haces cuando pierdes la confianza en tí misma? ¿Qué haces cuando el camino se desdibuja en el aire, y las luces que lo guiaban se escapan de tu horizonte? ¿Qué sientes cuando el corazón roto es irreparable, cuando los pies están tan cansados que deseas arrastrarte sobre las rodillas? ¿Qúe sueñas cuando los sueños nunca dejaron de ser más que quimeras en el aire? ¿Qué tocas cuando tus dedos se quemaron y el tacto desapareció de tus sentidos? ¿A quién gritas cuando tu voz perdió su valor, y los oídos de la gente se quedaron empapados del agua de lluvia? ¿Cómo actúas cuando piensas que la vida es una función de teatro previamente escrita e imposible de corregir? ¿Cómo bailas si todas las danzas te parecen un círculo viciado del que no consigues salir?

Párate y piensa... quédate quieta, muy quieta, cierra los ojos... todo se acaba, todo se apaga, y tarde o temprano una luz se enciende y te muestra la vida.

P.D.: En busca de la esperanza en un día chungo. Pero que yo mañana me levanto y ando.

viernes, 11 de mayo de 2007

Espesura de última hora de la tarde

¿Dónde estás? ¿Dónde duermes? ¿Cuándo vas a quererme? ¿Dónde estás, príncipe de la soledad?
En fin... tras muchas horas de trabajo, hoy es viernes, son las ocho y pico y aún me queda un ratito de trabajo, la cabeza no me da para mucho más y suena esta canción en el ordenador, y yo no tengo otra cosa mejor que hacer que hacerme esas preguntas tan malditas.
Ahora suena La Albada, porque aunque esté en otra ciudad de la que disfruto cada vez más, sigo siendo aragonesa, y como tal, me traigo mi patria conmigo, porque la patria no es un lugar, ni un espacio, ni una denominación, mi patria es mi gente, y con mi gente está mi alma, aunque esa gente vaya, venga, yo vuelva, torne o retorne. Mi alma es mi patria y vosotros formáis parte de ella.
¡Hala! que he tenido un día muy difícil de trabajo y es hora de que me vaya a echar unas cañitas para saborear la noche del viernes y quitarme la arenita y los malos rollos.

Millones de besos repartidos por el mundo.

lunes, 7 de mayo de 2007

Camino de baldosas rojas

Hace casi 1 semana que cumplí 25 años, durante algunos días todo el mundo que ha superado esa edad se dedicó a repetirme de manera incansable que había sido el mejor año de sus vidas. Me parece perfecto, pero eso ya os lo contaré cuando los supere, por ahora, me conformo con estar aquí, intentando ser positiva y alegre, y algo menos melancólica, porque últimamente me dedico a batir récords de nostalgia.

En fin… será que la primavera ha regalado una baraja de corazones a los de mi alrededor, y yo me he quedado con el as de picas. Aprovecho el tiempo, pero el tiempo se escapa de mis manos como si fuera arena y siento que me dieron a elegir hace mucho tiempo, entre subirme a un barco y vivir a toda velocidad, o convertirme en una mujer convencional, yo entonces quería vivir, vivir por encima de todo. Una vida rodeada de dualidades, de dobles caminos, en los que al final te encuentras con otras dos puertas y tienes que elegir otra vez, y así hasta la eternidad. Durante años me he quejado de tener que elegir, pero me gustaba enfrentarme a retos nuevos, cuestionarme mis posibilidades, tantear mis circunstancias… ahora no tengo elección, las segundas puertas están cerradas a cal y canto, y yo tengo que tirar hacia delante, sobre un camino de baldosas rojas (que ya no son ni amarillas) completamente marcado. “Tú eliges”… ¿yo? Ya no tengo poder de elección, porque las opciones se han evaporado… trabajo sobre clichés, prejuicios y un destino marcado. A nivel laboral, consigo una escapada a otra ciudad, pero sé que estoy encerrada en un camino del que no me puedo ir, y tampoco me puedo plantear qué sucederá cuando pase este año y medio que me queda… porque la vida puede dar muchas vueltas y yo no estoy todavía en el momento de cuestionarme mi futuro profesional.

Mi madre, ejerciendo ayer en su día, le dijo a su suegro que yo no me he independizado (cosa de la que por cierto hace ya unos años), sino que soy independiente desde que nací… pero a ver!! Independiente no quiere decir que no me guste querer y que me quieran, pero… la gente da por hecho que por ser así, yo he elegido estar sola. Es cierto, yo lo elegí, decidí estar sola hasta que conociera a alguien por quien hacer una apuesta importante. A lo largo de este tiempo he conocido algún hombre del que me enamoré y sufrí, algunos de los que me alejo porque sé que a su lado terminaría enloqueciendo, y algunos que se fueron antes de que me diera tiempo a respirar, y suspiro… porque me hubiera enamorado de ellos, y así es mi vida… y antes de liarme en el camino y sufrir, prefiero no dejarme llevar hasta que solucione una cuestión: ¿dónde se han metido los hombres por los que merece la pena que yo apueste, y que apuesten por mí?, porque yo me entrego, eso está claro, cuando lo encuentro me entrego… pero ellos… se dejan llevar por esta imagen de todoterreno que aparento, y seré resistente, pero tengo un corazón muy blandito, que a veces, como me ocurre últimamente, se siente un poco solo… Efecto de los 25, o quizás de la primavera, de los osos amorosos, o de la melancolía en la que me he sumergido.

jueves, 26 de abril de 2007

Repaso de mis pasos III -Universidad-

A los 17 me enamoré de nuevo… harta de llorar como una magdalena, me encontré con un chico que me provocaba (siempre me gustaron los chicos que me daban caña… creo que hoy en día empiezo a aprender, o no) y me sacó del lagrimeo. Me regaló el nerviosismo, la locura, la tontería… me enganché tanto a él que compartí con él mi adolescencia y una parte de mi juventud, tuvimos juntos un millón de primeras veces, primer día de carrera, primer día de trabajo, primer viaje con la pareja, primera comida familiar, primer piso compartido, etc, etc. De esta historia he hablado demasiado, así que prefiero dejarla allí… duró exactamente desde el 30 de abril de 1999 hasta el 4 de noviembre de 2005, allí murió y allí descanse en paz.
No fueron los mejores años de mi vida, creo que los mejores años de mi vida están por llegar, o comenzaron con el final del 2006, cuando mi vida comenzó a ir sobre las ruedas que yo domino. Fueron años difíciles en los que no tenía de casi nada, pero me sobraba amor, el que le profesaba a él y el que él me profesaba a mí. Fueron años difíciles en salud, difíciles a nivel familiar, duros porque me faltaba tiempo para el ocio, y mis niñas estaban demasiado lejos.
Él me dijo una vez… “Me dejaste cuando empezabas a ser feliz” Le dejé porque yo quería ser feliz y él no quería serlo. Todo iba bien juntos, todo era perfecto, pero nos faltaban tantas cosas, mejor dicho, no me atrevo a hablar por él, a mí me faltaban sensaciones, situaciones, aventuras, alegrías, yo quería ser joven y la responsabilidad que cargaba sobre mis hombros no me dejaba preocuparme por mí misma.
No me arrepiento de aquella época, cambié de ciudad, Barcelona abrió mi mente de golpe, conocí gente nueva… Recuerdo perfectamente el primer día de facultad, subía las escaleras desesperada por encontrar mi aula y muerta de miedo, cuando me encontré con una chica, nos preguntamos por la misma aula y nos convertimos en amigas… dos años después dejó la carrera y le perdí la pista. Conocí un montón de gente gracias al peor horario que podía existir, dos horas libres a mitad de mañana que hacían que 80 personas se conocieran tomando café. Aprendí a llevar una casa, a compartir piso y pelearme con mis compañeras de piso, a que no todo el mundo puede vivir con todo el mundo y descubrí el mundo de los caseros… (no haré comentarios). También descubrí que un 4,9 es un suspenso como un templo de grande.
Tardé tres años en darme cuenta que había gente que se convertiría en imprescindible para mi vida, y jamás pensé que el día que me subí al autobús de vuelta a Zaragoza (para siempre) lloraría tanto como lo hice, no fui capaz de despedirme de nadie, pasé más de tres horas llorando. Sentí que perdía a parte de mi familia: Javi, Eloy, Miri, Itz, Lau, Laia… Tenía 22 años y me enviaban al mundo de golpe.
Durante los años de universidad trabajé los veranos para pagarme las vacaciones que tardaban demasiado en llegar, y que servían para que la pareja perfecta que formábamos mi novio y yo, en lugar de disfrutar, peleáramos sin parar. De todos modos, resultaron divertidos, y me curtieron como mujer y para mis futuros trabajos.
En fin… ahora que lo pienso, no fueron malos años, fueron años bonitos que me regalaron experiencias que guardo muy bien en mi memoria.

De aquellos años… me quedo con la gente. Os quiero y os echo de menos, sé que os visito poco, pero cada vez que voy, la vuelta se me hace demasiado dura.

sábado, 21 de abril de 2007

Murphy con suerte

Hay días, semanas o meses en los que es mejor dejar que el tiempo haga de las suyas y no rebelarse, así os voy a contar mis últimos días...
Todo empezó a torcerse cuando mi jefe me dice que me tengo que trasladar a Santander a realizar una estancia breve de trabajo (de esto hace aproximadamente 3 semanas y yo daba palmas con las orejas porque me moría de ganas de salir de esta ciudad que se me come por los pies a ratos), yo preparo todo lo que tengo que hacer para trasladarme y ellos se encargan de mi alojamiento. Mi objetivo era irme a mediados de mes de abril para poder estar de vuelta antes del 1 de mayo. El asunto no puede ser en las fechas previstas porque la gente tiene esa manía tan sana de cogerse vacaciones... (que está muy bien cuando eres tú el que se las coge y te sienta fatal cuando te afecta si otros se las cogen, ejemplo el clásico centro comercial que abre todos los festivos menos el que tú necesitas comprar algo urgentemente), pero no pasa nada porque mis queridos amigos con los que yo pretendía pasar el último fin de semana de abril preparan un viaje para esas fechas a la otra punta de España, y yo, por supuesto no puedo ir, y mis amigas del alma, repartidas por el mundo... eso ya lo sabéis. Así que asumo que sigo aquí y comenzaré mi viaje el próximo martes. Para redondear, no hay sitio en la residencia, me tengo que quedar en la última habitación libre de un hostal, y me han buscado un posible piso... para el resto de días (¿alguien está de acuerdo conmigo con que esto no van a ser menos de 2 semanas?... en mi trabajo el tiempo es un agujero negro).
Dejando el viaje y el trabajo a parte... esta semana y la pasada he perdido mi teléfono 2 veces, una de ellas en el coche, un día de lluvia horrible, después de remover todo el coche ochenta veces, recorrer bajo la lluvia todas las calles que había andado previamente, etc, etc, etc. Para que en un momento de desesperación, gire la cabeza y el teléfono estuviera a mi lado, en un sitio donde yo juro que miré varias veces. La segunda, esta semana, salgo a pasear con el perro y lo pierdo en el césped, una encantadora mujer llama a un amigo para que me avise al trabajo y pueda ir a recogerlo, ¿quién dijo que no quedaba gente honrada?.
El fin de semana pasado una chica de poco más de cuarenta kilos pegó un salto y cayó sobre mi meñique del pie izquierdo... todavía voy coja, pero tengo un encanto similar al de ese médico tan famoso, un poco borde que sale en la Caja Tonta los martes.
Nos vamos de Congreso!!! Todos van a hotel de 5 estrellas, pero yo me he quedado sin sitio hasta en el de 2!!!
Hoy... lo de hoy es de libro... Llevo las llaves de casa, y las del garaje en el mismo llavero, es enorme y perdí el llavero no hace mucho... Tras pasarme toda la mañana limpiando, decido ir a visitar a mi padre, al abrir el ascensor del garaje, las llaves caen por la rendija. Yo creía que eso no era posible, si llevaba unas 12 llaves!!! y me quedo con cara tonta, mirando el ascensor, con el perro en una mano, y las llaves del coche en la otra, preguntándome cómo voy a coger el coche si la llave del garaje está unos cuantos metros debajo del ascensor cuya puerta estaba sujetando, tampoco me podía ir a mi casa... ni conseguir otras llaves de mi casa porque todo el mundo está de viaje... pero yo creo que en unas horas conseguiré volver a mi casa porque últimamente tengo la Ley de Murphy con suerte, y primero me sale todo mal pero luego se arregla más o menos.

Ya está!! Necesitaba un poco de desahogo...

Creo que la próxima vez que escriba será desde Santander, si encuentro algún ciber cerquita de mi pequeño hostal.

Muchos besos y cuidado con Murphy que a veces es un poco borde.

viernes, 20 de abril de 2007

Dosis fotográfica, años 97-99

Lo avisé...




Perdonen la calidad de las fotos, pero son fotografías de fotografías...

¡Gracias a Dios que el tiempo ha pasado y nos ha permitido envejecer con dignidad! No me matéis por ésto, que os quiero mucho...

La primera imagen, un parque de Dublin 1998, amores, desamores, guerras y guerrillas, pero siempre juntas...

La segunda, Camino de Santiago 1999, hay momentos en la vida en que se puede llorar y reir al mismo tiempo.

jueves, 19 de abril de 2007

Risoterapia

Esta mañana he oído por la radio que las empresas empiezan a valorar en sus futuros empleados características como ser una persona risueña, alegre, positiva y sonriente... Tenemos un doble filo, aunque yo me voy a quedar sólo con uno, que las grandes compañías ya no saben qué hacer par descartar tanto curriculum de licenciado excesivamente preparado, y por otro lado... ¡qué bien! se valora que una persona pueda hacer más agradable una estancia de trabajo.
Voy a personalizarlo, yo me encuentro en un lugar de trabajo, en el que si no fuera por los ratitos de risas, diversión, jarana, y alegría... acabaríamos todos haciendo cola para tirarnos por las escaleras de emergencia cabeza abajo. Me gusta mi trabajo, pero me gusta sobretodo, porque tengo gente a mi alrededor que hace que el día sea más dulce. Con nuestros días de "seminario".... esas escapadas a comer de cuatro mujeres entre los 20tantos y los 30tantos, en las que dejamos de ser compañeras para convertirnos en confesionarios con patas y grandes amigas.
Tengo que reconocer que no son los mejores días de mi vida, pero voy a seguir riéndome, seguro que así se pasan más rápido. Y ya de paso, prevengo el infarto, alargo mi vida, o la hago más llevadera, conozco gente, soy más saludable, para mí, y para los demás... y consigo que los demás sonrían un poquito.

Queridos lectores... a sonreir, o mejor dicho, a reirse a carcajada limpia de todo, y sobretodo de uno mismo.

P.D.: Pies negros... busca la noticia que yo no la he encontrado en papel

miércoles, 18 de abril de 2007

Repaso de mis pasos II -Aquellos maravillosos años-

Hoy me gustaría teletransportarme, física, mental y emocionalmente a otra época...
Viajaremos juntos a un año, el 96, por ejemplo.
Yo tenía 14 años y me enamoraba por primera vez, mi hermano gateaba por las playas de una isla, mis amigos me esperaban desperdigados por las casas veraniegas, y allí sufrí, mi primer amor, y mi primera ruptura. Fue la primera vez que me rompieron el corazón y la primera que yo se lo rompí a alguien... Aquello me dolió tanto que pasé año y medio destrozando todos los corazones que pillaba por el camino, me los comía a grandes bocados. Fue entonces, también, cuando descubrí el silencio (ya lo había descubierto algún año antes... era una adolescente callada, rebelde en mi introspección, con un rico mundo interior, y grandes lagunas oscuras donde me perdía y no llegaba a encontrar el norte), y en el silencio me sentía incomprendida, por los chicos que no me perseguían, por las amigas que peleaban constantemente, por aquel mundo donde no encontraba mi lugar... Por mi compañera de batallas, que se había ido un poco lejos, aunque habitaba en la clase de al lado, nos queríamos en la distancia.
Creíamos que nos comíamos el mundo y tan sólo teníamos 14 años... llorábamos por todo y no era nada, sufríamos grandes amores como si de tragedias griegas se trataran, y ahora... aquí nos tienen... superando relaciones fracasadas, una tras otra, con el corazón remendado tantas veces que ya no importa un remiendo más. Intentando no comernos la rana, aunque hayamos dejado de creer en cuentos de príncipes azules. Ya no creemos en el amor como lo hacíamos antes, pero tenemos fuerzas para decir que es el motor del mundo, y por supuesto el nuestro.
Los amigos han dejado de tener el sentido que tenían en aquellos años, y sin embargo, se han convertido en nuestra familia. Y la familia, ya no discutimos ni guerreamos... ellos son el apoyo, aceptan todas las decisiones que tomamos, a veces rechistando, otras... suspirando.
En aquellos años encontré un amor, contaba con quince años y me enamoré tanto, que mi madre me lo notó nada más verme... Primera tormenta amorosa. También encontré una verdadera amistad, de esas que duran tantos años, que empiezas a perder la cuenta (todavía no han pasado los 10), redireccionó mis emociones y me ayudó a sacar toda la creatividad que yo perdía por el camino -muchísimas gracias por llevar tantos años haciéndome crecer y creciendo conmigo- ya no éramos dos, nos convertimos en tres (quién no recuerda esas pestañas de araña de un 20 de noviernes... cómo ha pasado el tiempo)... Seguíamos comiéndonos el mundo, riendo y llorando, noches enteras a carcajada limpia en un futón embobadas por las hormonas.
No siempre fue todo bueno... pero fueron años que recuerdo muy bien... Aquellos maravillosos años, que no fueron mejores que los que ahora vivo, pero marcaron el sendero por el que he ido caminando y me regalaron mucho, mucho, mucho...

Aquí os regalo el repaso de un par de años más... de los 14 a los 16 aproximadamente. Hoy hace dia de verano, y con este texto me he ido de vacaciones a algún pueblo de montaña, alguna playa, algún país extranjero, y siempre perfectamente acompañada (Gracias niñas me hacía falta).

Bsks

P.D.: Amenazo con foto de aproximadamente el año '97... queda pendiente!

martes, 17 de abril de 2007

Día tonto

Hoy tengo el día tonto, será que no me apetece estar sola (¿raro?, no, sólo es un día), será que demasiada gente se ha ido, será que, a veces, hay que tener el día tonto, para reirte un rato al día siguiente, para sonreír un poco cuando el día no es tan tonto. Será que, a veces, todo sale torcido aunque no quieras, y es mejor dejar que todo pase... porque al final el sol sale, ¿no? Conste en acta, que no estoy llorona, simplemente... hoy no estoy... Pero cada vez que el día sale un poco nublado (aunque no será por el calor que hace fuera de estas cuatro paredes), me apetece oír esta canción. Pero aviso a los que se preocupan por mis sinfonías musicales... no la he escuchado todavía!!! y esto se me pasa rápido, ya me conocéis ;).

Día tonto -Pastora-

Me he quedao planchá
De no saber dónde voy a ir a parar.

Me he hecho un croquis pa controlar el sistema

Pero hay una tecla que toco y toco

Y nunca suena.

Que será esa nota que me da tantos problemas

Qué bien me sientan los treinta

Aunque mi piano chute cómo quiera.


LLORAR LLORAR LLORAR


Hoy tengo un día de esos majaderos

Que me cae mal to el mundo

Y que lloro porque quiero

Que el desorden me acompaña

Que el descuido me amenaza

Que me arrimo a la nevera

Y no me apetece nada de nada


No puedo dejar de llorar, tengo el día tonto

De esos que por más que salte

Toco el suelo pronto.

Y correr del revés, qué merdé!


Debe ser que al verte he notao que la risa va y viene

Y tú vas pasando

Y he buscado en la planta de mis pies

Un camino hacia el placer.


LLORAR LLORAR LLORAR


No puedo dejar de llorar, tengo el día tonto

De esos que por más que salte

Toco el suelo pronto.

No puedo dejar de llorar


LLORAR LLORAR LLORAR


Debe ser que el tiempo me ha viciao
Con tanta tontería se me va escapando
Me vestiré despacio y volveré

A tantear por mis pies.

Dícese tantear mis pies o dedicarme un poquito a terracear, y a pensar que dentro de una semanita veré el mar... algo bueno tenía que tener. Por cierto... fecha de vuelta sin decidir.

Besos para todos!!!

lunes, 16 de abril de 2007

Repaso de mis pasos - capítulo 1-



Como tengo una pequeña depre pre-cuartito de siglo he decidido superarla a base de hacer un pequeño repaso de mis pasos…

Durante años mi infancia ha permanecido en el limbo de mi memoria. Ahora hago esfuerzos por recordar. De mi niñez me quedé con cartas escritas con lápices de colores que metía en el buzón de mi casa los sábados por la mañana para que mi madre se las encontrara cuando llegara del trabajo. Unos cuantos malos recuerdos de los que hablar ya no me deja aquel sabor amargo de las cosas que se han quedado ancladas en un corazón, ya de por sí, no excesivamente sano. Una niña… que hoy en día se ha convertido en una mujer con corazón de león y nobleza baturra, me amargaba las siestas, desarrolló mi corazón guerrero, y suplió a aquella hermana que nunca tuve, provocando peleas, lágrimas, tirones de pelo, amores y desamores, gritos, horas de teléfono con padres berreando de fondo “Pero… si os acabáis de ver en el colegio y os veréis mañana…”, más lágrimas en su ausencia. Con ella aprendí lo que es sentir la ausencia de alguien a quien quieres… con ella aprendí a echar de menos (¡y cuánto te estoy echando de menos!). Me quedé con unas cuantas piezas de Lego, con las que me gustaba crear construcciones, creo que era un aviso de lo que me costaría encajar las piezas de mi vida y cómo tendría que aprender a recolocar y reciclar a lo largo de toda mi vida. También recuerdo mis viajes por el mundo… una niña trotamundos me volvió una mujer independiente y voladora, o culo-inquieto como dice mi made.

Todos estos recuerdos vienen por algo, el otro día paseando por un lugar de mi barrio donde solía pasar las tardes con mi abuela, vinieron a mi millones de recuerdos dulces, aquel lugar que en mi niñez estaba repleto de infantes corriendo, saltando a la comba, jugando a la goma, al fútbol, patinando… ¿qué estarán haciendo todos aquellos niños que compartían conmigo las tardes de primavera-verano? ¿Se habrán besado en esos bancos, como yo lo hice en mi adolescencia? ¿Se sentarán como lo hago yo ahora?, a ver pasar gente, parejas, amores, discusiones, con un libro en la mano, mientras Whisky da brincos y molesta a una pareja de abuelos, que tras más de 50 años de amor, siguen saliendo a pasear los domingos, aunque ya no tengan nada que decirse.

En mi niñez, no fui una niña perfecta, ni tuve una infancia perfecta, ni el mundo era como a mi madre le hubiera gustado, ni los hechos sucedieron como nos hubiera gustado, demasiado solas, demasiado apretado el cinturón, demasiado trabajo, demasiadas ausencias, una infancia sin infancia, crecí muy rápido. Pero las cosas que pasaron fueron las que me hicieron quien soy, y hoy en día, me siento muy orgullosa de ser yo. Aunque ya me imaginara con un cigarro colgando de mis dedos, con una desastrosa vida amorosa, pero una bonita carrera vital. Y es que si algo he hecho a lo largo de mi vida ha sido vivir, soñar, amar, enloquecer, revolver y volver a recolocarme, y todo ello plenamente intensa.

En el próximo capítulo… de los 14 a los 18. (El de la foto de arriba es Ligón, mi primer perro, el de la de abajo es Whisky)

P.D.: Todo lo que fue, todo lo que pasó, todo lo que soñé, todo lo que logré, todo lo que el mundo, el destino, las estrellas, la familia, los amigos, los amores, los desamores, los compañeros, los profesores, los libros, las canciones, todo lo que mi vida me regaló, bueno y malo, hizo que yo existiera, y por ello os doy las gracias.

viernes, 13 de abril de 2007

Aguas bravas

Imagen de Santander un día de tormenta.

Tras la tormenta siempre llega la calma...
Aislada del mundanal ruido oiré mis pensamientos mirando al mar, y si las aguas se revuelven, allí escucharé las palabras que me dicte el corazón.
Esperando que los días pasen para encontrarme con el agua salada, la playa y la humedad del Norte, donde me espera la soledad que a gritos vendo por cuatro céntimos cada día de mi vida.

Muchos besitos, desde la ciudad del cierzo mojada!!!!

P.D.: Recordemos una vez más aquellos Pájaros Mojados de Quique González.

lunes, 9 de abril de 2007

Hablando en silencio


Cómo hablar… si las palabras se me enquilosan en la garganta y se esfuman hacia el estómago huyendo de mi cuerpo. Si mi mente se queda vacía cuando las lágrimas eluyen los pensamientos, tan vacía que el silencio retumba en las paredes de mi cráneo.

Cómo hablar… si lo que quiero es dibujar auras de colores en los rincones de mi vida, si soñar es un motivo de existencia tan hermoso como el pensamiento. Para qué hablar si el silencio que existe entre tú y yo ya es un medio de comunicación, y pasar horas escuchándote alimenta las palabras que me trago.

Cómo hablar contigo, si tú eres yo y yo soy tú, las partes encontradas de un único ser que se soltaron la mano hace demasiado tiempo, tú la niña, yo la mujer, te necesito y me necesitas. Durante demasiado tiempo hemos permanecido perdidas, tú me buscabas y yo me escondía en un rincón de tu vida para verte crecer, ahora eres mayor, suficientemente mayor como para que sea yo la que ande, y tú, de mi mano, susurrándome caprichos al oído, pero seré yo la que decida el camino que debemos seguir.

Cómo gritarle al mundo que quieres formar parte de él, atreviéndote a levantar la voz, hazte oír cuando tu voz necesite ser escuchada. No dudes, simplemente grita, pero no grites en exceso y sin motivo, sé cautelosa, pequeña, porque tu voz perderá el sentido si es una agresión constante a los oídos de los que te rodean, pero si eres discretamente silenciosa, tus palabras elevadas serán escuchadas.

¿Cómo aprender a pedir si no tuviste deseos? Pero ahora los tienes, hazte oír, muéstrate, no te ocultes, si no me los cuentas no podré atenderte, si permaneces escondida en la oscuridad no podré mostrarte lo hermoso que es el sol.

Cómo hablar si mis deseos de palabras son tan sólo ligeros trazos en el aire, que desean darte una pauta para que seas tú la que descubra el camino, y yo, quietecita, desde aquí te observo.

Cómo hablar si tú no hablas… Prefiero mirarte sin que me veas, si pudiera me convertiría en un golpe de viento y apoyaría mi barbilla sobre tu hombro, para que no me vieras pero me sintieras.

Cómo hablar, si lo único que sale de nuestras bocas últimamente son mentiras… para que decirte si tú no escuchas, para que esforzarse si yo me pierdo entre el ruido de las hojas antes de saber lo aburrido que resulta tu día. Para qué hablar, si ahora ya solo gritamos, y los tonos de las palabras han perdido su sentido.

Cómo hablar… si decirte que el tiempo se te está esfumando, pero que no importa porque estaré a tu lado mientras se escape, resulta más doloroso, que un cauto silencio.

¿Cómo sacar la fuerza para decirte definitivamente adios?, hace tanto que te fuiste que no hacen falta palabras para darle más fuerza.

¿Por qué no hablar si me ahogan las palabras que se me atragantan? Si no dijimos tantas cosas en tantos momentos, que el tiempo nos robará un día la lengua ya que hoy en día, empieza a perder su sentido.


Para tod@s los que alguna vez se dejaron algo por decir...

miércoles, 28 de marzo de 2007

Cercanías, andenes y estaciones

“Es una hipótesis. La historia no llegará lo suficientemente lejos como para confirmarla. Y además nuestras certezas nunca son inamovibles. Un día uno quisiera morise, y al día siguiente, se da cuenta de que bastaba con bajar un par de escalones para encontrar el interruptor y ver las cosas un poco más claras... Sin embargo, esos cuatro estaban a punto de vivir los que tal vez serían los días más hermosos de sus vidas.”


Este es un párrafo del libro que estoy leyendo ahora, que me marcó la otra noche. No tengo muy claro porqué, pero me gustó, y lo guardé en uno de esos cajones del recuerdo, y como mis memorias, y mis debates internos los plasmo aquí... os lo regalo.


La mayor parte de nuestra vida la pasamos pensando en cómo será el futuro, deseando, esperando, ansiando. Deseamos que nuestra vida cambie, pero no luchamos para hacerlo, esperamos ese nuevo amor o que el amor dure para siempre, pero mienras tanto nuestras parejas ven como nos vamos alejando, ansiamos la perfección, sin llegar a comprender que la perfección no existe. En resumen, que nos sentamos en el andén de la estación y nos dedicamos a ver pasar trenes sin atrevernos a subirnos a ninguno, porque creemos que el siguiente será mejor. Pues no queridos, subiros al cercanías porque os enseñará parajes maravillosos, a paso lento, y os podréis bajar en estaciones perdidas que tal vez esconden un pueblo lleno de gentes increíbles, de vidas que no se cuentan, y quizás escondan una fuente iluminada de una manera especial, o un bosque mágico, o el gran amor de vuestras vidas. Y si el cercanías no os lleva donde esperábais, haced transbordo y coged un tango o un AVE, veloz, raudo, directo, sin paradas, porque puede ser un tren cómodo, lleno de rinconcitos electrónicos, con una película para pasar el rato, y en un ratito, casi sin pensarlo, estás en tu destino.


En fin... que las pantallas de las estaciones son muy bonitas para aburrise y pasar el rato mientras esperamos a que un amigo, un familiar, un amor, o un compañero, llegue de su viaje, pero no sirven para quedarse indeciso, pensando qué tren podrá ser el mejor, sino para atreverse, elegir uno, casi sin pensar, subirse y bajarse en la estación que más nos guste.


Con cariño desde mi cercanías particular.

domingo, 25 de marzo de 2007

Inventario de cosas útiles

Lo prometido es deuda, porque al final del túnel siempre hay una luz, tras la tormenta siempre llega la calma y de todo el mal del mundo se puede sacar siempre unas gotas de perfume concentrado de bondad, por todo ello, he aquí mi listado de cosas útiles.

1. Darte cuenta de que puedes enamorarte hasta de una piedra, aunque sea tan sólo durante 5 segundos, y todo se resuma a una serie de conexiones neuronales, secreción de endorfinas, etc. que terminan en una sensación intensa por todo el cuerpo, pero breve, muy breve. Porque así sientes que estás vivo, y que la vida puede estar llena de emociones, y no es un mundo rutinario y aburrido.

2. Utilizar la música como medio de comunicación, y sobre todo, aprovechar cuando estás triste para ponerte a tí, y a todos tus amigos 80 veces al día, esa canción con la que te identificas, porque el mundo se está acabando, te sientes solo, todo es una mierda, etc, etc. Porque llega un día que uno de esos amigos (a los que tienes harto con la maldita sonata) te graba un cd con un título como "Vale ya de canciones tristes" y te tiene una hora y pico sonriendo al escuchar cada una de las frases. Y también porque cuando la tormenta, las lágrimas y el pozo quedan atrás, y vuelves a escuchar por casualidad esa canción, sientes un calorcito en la tripa, que te recuerda que hoy, por fin, estás bien, feliz, y que todo, todo, se diluye con el tiempo.

3. Tener ataques de mal caracter sin sentido. Porque sí, porque todo el mundo está triste, malhumorado, ahogado, en el pozo, o en el ojo del huracán alguna vez en su vida. Y es entonces cuando haces todas las idioteces del mundo, y hay que hacerlas, para poder reconocer que fueron idioteces, y que tenían una causa, un momento, y un sentido (en aquel tiempo, claro), pero que no dejaban de ser eso, pequeños ataques de pérdida de cordura, y es que el desamor, el estrés, y los problemas emocionales tienen el don de hacer que uno pierda la cordura. Pero si no la has perdido nunca, ¿cómo vas a reconocer que has recuperado el rumbo de tu vida?, y de paso, ¿cómo vas a sentarte a escuchar a ese amigo que tan sereno estaba hace un tiempo, y ahora no sabe ni por dónde le da el aire?

4. Despotricar sobre el amor. Lo hemos hecho todos. Y lo seguiremos haciendo. Es la única manera de demostrar que en el fondo, es el motor de nuestra vida, y que se echa de menos cuando no está. Gritas cuando te dicen que encontrarás al amor de tu vida, que el mundo es de color de rosa, el destino, las medias naranjas, las pasión, la ternura... En fin! Pero qué bien sienta cuando luego te dicen "te lo dije" y tu sonríes con tu cara de enamoradoagilipollado porque no sabes qué decir, y siempre supiste que tenía razón.

5. Una cena monogénero criticando a todo el personal del sexo contrario. Porque somos diferentes y no podemos vivir los unos sin los otros. Porque en el fondo todo lo hacemos con dulzura y para animar conversaciones, cenas, y que la botella de vino caiga más rápido, porque es una manera de recordarnos que ellos no nos entienden y nosotras tampoco a ellos, pero en el fondo nos comprendemos muy bien.

6. Una cerveza o copa de vino, en pijama, sola, delante de una cena rica, con la mantita por encima, delante de una peli. Disfrutando de estar sol@, primer paso fundamental para ser capaz de convivir con otra persona.

7. Llorar y reir sin motivo. Dejando que todo lo que tu cuerpo siente salga y se vacíe. La sensación que te queda es eterna. Merece la pena probarlo.

8. Llevarle la contraria al mundo, por un rato, ser diferente, raro, especial, único, porque te apetece, porque lo vales, simplemente porque tienes el día. Y al día siguiente ser capaz de no arrepentirte, de dar las gracias, y de pedir perdón, si alguna rareza ha sido muy descabellada.

9. Darle la vuelta a la tortilla. Intentar ver el lado bonito de todas las cosas que te suceden y te rodean. Al final lo haces por costumbre y disfrutas más.

10. Vivir cada momento como si el aire no te llegara a los pulmones, pero tu mente siguiera lúcida para poder elegir.


Son unas cuantas cosas, y son las mías, no hace falta que las compartáis conmigo. Si alguna os sirve os la regalo, y seguramente me he dejado un montón, pero es una tarde domingo, y también me apetece disfrutar del silencio, de la calma y la tranquilidad, antes de la vorágine que llegará mañana.

Besitos para todos!

miércoles, 14 de marzo de 2007

Colgados de mis entrañas

¿Alguna vez habéis sentido que un hombre se os agarra a las entrañas?

Mi madre suele llamar entrañas al útero, y lo ajusto un poco más y denomino entrañas al endometrio, que es donde se me enquilosan a mí los hombres.

Yo no me enamoro como una mujer normal, o por lo menos, soy tan ególatra y egocéntrica que pienso qu el o mío no es una forma normal. He intentado cambiar, he conocido psicólogas, psicoterapeutas, psicoanalistas y todo aquello que comienza con un prefijo tan complicado de pronunciar y no he conseguido nada. Parecía que había hecho progresos, porque mis últimas conquistas (los nombro así puesto que me duran tan poco que no puedo ni siquiera denominarlos novios, y mucho menos parejas), eran seres encantadores, que nunca forzaron mi cuerpo a tomar ninguna decisión que no desaba tomar, eran perfectos, me llenaban el móvil de fantásticos mensajes, teníamos eternas conversaciones, me regalaban flores, canciones, correos románticos, en fin... se puede decir, que se desvivían por cuidarme. Pero de esos hombres o me enamoraba, y no porque fueran buenos, me gustan los hombres buenos, sino porque empezaba con ellos porque me mimaban, no porque se me agarraran a las entrañas.

Y sin embargo, ha habido hombres, con los que no he compartido más de una o dos noches que se me han quedado anclados en la matriz. El contacto de sus cuerpos con el mío conseguía desorbitar cada uno de los centímetros de mi piel, y poco a poco, conforme las horas pasaban, se me iban introduciendo en el breve espacio que dejo entrever entre mi coraza y mi alma. Les he amado sin querer, les he soñado, los he imaginado perfectos aún sin conocerlos, porque en mi vida apliqué el contrario de más vale malo conocido que bueno por conocer. Siempre existía alguien mejor, mi mente dibujaba su alma dentro de cuerpos que yo conocía.

Esta era la historia de mi vida... ahora ya no me dejo dominar por la locura. Ya no busco al ser perfecto puesto que sé que es imposible, ya no creo en los cuentos de hadas, ni en los príncipes azules, pero sí que creo en el amor, aunque se esconda. Jugar al escondite es divertido. Sobretodo cuando aprendes a buscar el amor en otros rincones. Yo he descubierto que hay una esquinita de mi salón, donde da el sol por la tarde, que tiene un aire especial, me devuelve la vida. Allí me siento y dejo de pensar, sólo siento, siento el contacto de mi piel con la madera, con el metal del armario en el que me apoyo, el corretear de las patas de mi perro, la brisa que entra por la ventana, los diferentes olores de la ciudad, y los rayos de sol, y justo entonces me siento completamente feliz. No necesito nada más. Y con esa energía renovada, me lanzo a la calle, liviana, a pasear, y observo como va entrando la primavera en todos los entes de mi barrio, y parezco una idiota que se pasea con la sonrisa anclada en su cara.

En fin... yo empezaba esta historia hablando de hombres que se quedan incrustados en mi alma a través de mi útero, y como siempre, me he ido por las ramas. Ahora acabo con un alegato a la felicidad, y es que todo se puede unir, la sensación de un enamoramiento constante es lo que me mantiene viva, da igual que sea un hombre, dos, tres, mi perro, la lluvia, el sol, la primavera, mi casa, mi trabajo, mis amigos, la ropa recién planchada, una noche de copas y risas, o simplemente estar conmigo misma un ratito cada día.

En cada uno de los rincones de mi vida encuentro algo que se me engancha a las entrañas y me mantiene vibrante.