lunes, 9 de abril de 2007

Hablando en silencio


Cómo hablar… si las palabras se me enquilosan en la garganta y se esfuman hacia el estómago huyendo de mi cuerpo. Si mi mente se queda vacía cuando las lágrimas eluyen los pensamientos, tan vacía que el silencio retumba en las paredes de mi cráneo.

Cómo hablar… si lo que quiero es dibujar auras de colores en los rincones de mi vida, si soñar es un motivo de existencia tan hermoso como el pensamiento. Para qué hablar si el silencio que existe entre tú y yo ya es un medio de comunicación, y pasar horas escuchándote alimenta las palabras que me trago.

Cómo hablar contigo, si tú eres yo y yo soy tú, las partes encontradas de un único ser que se soltaron la mano hace demasiado tiempo, tú la niña, yo la mujer, te necesito y me necesitas. Durante demasiado tiempo hemos permanecido perdidas, tú me buscabas y yo me escondía en un rincón de tu vida para verte crecer, ahora eres mayor, suficientemente mayor como para que sea yo la que ande, y tú, de mi mano, susurrándome caprichos al oído, pero seré yo la que decida el camino que debemos seguir.

Cómo gritarle al mundo que quieres formar parte de él, atreviéndote a levantar la voz, hazte oír cuando tu voz necesite ser escuchada. No dudes, simplemente grita, pero no grites en exceso y sin motivo, sé cautelosa, pequeña, porque tu voz perderá el sentido si es una agresión constante a los oídos de los que te rodean, pero si eres discretamente silenciosa, tus palabras elevadas serán escuchadas.

¿Cómo aprender a pedir si no tuviste deseos? Pero ahora los tienes, hazte oír, muéstrate, no te ocultes, si no me los cuentas no podré atenderte, si permaneces escondida en la oscuridad no podré mostrarte lo hermoso que es el sol.

Cómo hablar si mis deseos de palabras son tan sólo ligeros trazos en el aire, que desean darte una pauta para que seas tú la que descubra el camino, y yo, quietecita, desde aquí te observo.

Cómo hablar si tú no hablas… Prefiero mirarte sin que me veas, si pudiera me convertiría en un golpe de viento y apoyaría mi barbilla sobre tu hombro, para que no me vieras pero me sintieras.

Cómo hablar, si lo único que sale de nuestras bocas últimamente son mentiras… para que decirte si tú no escuchas, para que esforzarse si yo me pierdo entre el ruido de las hojas antes de saber lo aburrido que resulta tu día. Para qué hablar, si ahora ya solo gritamos, y los tonos de las palabras han perdido su sentido.

Cómo hablar… si decirte que el tiempo se te está esfumando, pero que no importa porque estaré a tu lado mientras se escape, resulta más doloroso, que un cauto silencio.

¿Cómo sacar la fuerza para decirte definitivamente adios?, hace tanto que te fuiste que no hacen falta palabras para darle más fuerza.

¿Por qué no hablar si me ahogan las palabras que se me atragantan? Si no dijimos tantas cosas en tantos momentos, que el tiempo nos robará un día la lengua ya que hoy en día, empieza a perder su sentido.


Para tod@s los que alguna vez se dejaron algo por decir...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

como hablar si entre tanta conversacion no me dijo que era el hombre de su vida hasta la tarde en que me dejo

Unknown dijo...

Hola!!

cuidadin con los topicos, amigo anónimo. Si eres el hombre de su vida...!que luche por ti!

Qué cómodo eso de el hombre de su vida.Ja.Me suena a engañufla.

Unknown dijo...

Dear bbells,

nunca hay que dejar cosicas por decir.Mira el ciudadano que ha escrito la primera entrada.Se la metieron doblada.

¿Por qué no decir siempre lo que uno siente? Al menos a las personas que nos importan
¿no?


Lo de dejar cosas en el tintero...para el pasado, isn´t it?

Corazón en mano, olvidemos los "noselodije" !!!

bbells dijo...

Por partes...

Al anónimo! A veces no queremos decir "el hombre de mi vida" sino, el hombre que quería para mí como compañero para toda la vida, que por supuesto, no quiere decir que la cosa funcione, de hecho lo que las mujeres creemos querer suele distar bastante de lo que realmente encaja. Yo decidí hace un tiempo que ya no tengo hombre de mi vida, tengo compañeros para cada etapa de mi vida, han sido todos maravillosos, pero siempre hubo un momento en que aquello dejó de ser.

A Summa! El silencio es una forma de comunicación, eso ya lo he dicho.
Para que exista una conversación dos personas tienen que querer, una hablar y la otra escuchar, y viceversa. No siempre es tan fácil, pero bueno... seguiremos intentándolo, no? Con el corazón a rastras o encajado, al fin y al cabo, da igual.