domingo, 25 de marzo de 2007

Inventario de cosas útiles

Lo prometido es deuda, porque al final del túnel siempre hay una luz, tras la tormenta siempre llega la calma y de todo el mal del mundo se puede sacar siempre unas gotas de perfume concentrado de bondad, por todo ello, he aquí mi listado de cosas útiles.

1. Darte cuenta de que puedes enamorarte hasta de una piedra, aunque sea tan sólo durante 5 segundos, y todo se resuma a una serie de conexiones neuronales, secreción de endorfinas, etc. que terminan en una sensación intensa por todo el cuerpo, pero breve, muy breve. Porque así sientes que estás vivo, y que la vida puede estar llena de emociones, y no es un mundo rutinario y aburrido.

2. Utilizar la música como medio de comunicación, y sobre todo, aprovechar cuando estás triste para ponerte a tí, y a todos tus amigos 80 veces al día, esa canción con la que te identificas, porque el mundo se está acabando, te sientes solo, todo es una mierda, etc, etc. Porque llega un día que uno de esos amigos (a los que tienes harto con la maldita sonata) te graba un cd con un título como "Vale ya de canciones tristes" y te tiene una hora y pico sonriendo al escuchar cada una de las frases. Y también porque cuando la tormenta, las lágrimas y el pozo quedan atrás, y vuelves a escuchar por casualidad esa canción, sientes un calorcito en la tripa, que te recuerda que hoy, por fin, estás bien, feliz, y que todo, todo, se diluye con el tiempo.

3. Tener ataques de mal caracter sin sentido. Porque sí, porque todo el mundo está triste, malhumorado, ahogado, en el pozo, o en el ojo del huracán alguna vez en su vida. Y es entonces cuando haces todas las idioteces del mundo, y hay que hacerlas, para poder reconocer que fueron idioteces, y que tenían una causa, un momento, y un sentido (en aquel tiempo, claro), pero que no dejaban de ser eso, pequeños ataques de pérdida de cordura, y es que el desamor, el estrés, y los problemas emocionales tienen el don de hacer que uno pierda la cordura. Pero si no la has perdido nunca, ¿cómo vas a reconocer que has recuperado el rumbo de tu vida?, y de paso, ¿cómo vas a sentarte a escuchar a ese amigo que tan sereno estaba hace un tiempo, y ahora no sabe ni por dónde le da el aire?

4. Despotricar sobre el amor. Lo hemos hecho todos. Y lo seguiremos haciendo. Es la única manera de demostrar que en el fondo, es el motor de nuestra vida, y que se echa de menos cuando no está. Gritas cuando te dicen que encontrarás al amor de tu vida, que el mundo es de color de rosa, el destino, las medias naranjas, las pasión, la ternura... En fin! Pero qué bien sienta cuando luego te dicen "te lo dije" y tu sonríes con tu cara de enamoradoagilipollado porque no sabes qué decir, y siempre supiste que tenía razón.

5. Una cena monogénero criticando a todo el personal del sexo contrario. Porque somos diferentes y no podemos vivir los unos sin los otros. Porque en el fondo todo lo hacemos con dulzura y para animar conversaciones, cenas, y que la botella de vino caiga más rápido, porque es una manera de recordarnos que ellos no nos entienden y nosotras tampoco a ellos, pero en el fondo nos comprendemos muy bien.

6. Una cerveza o copa de vino, en pijama, sola, delante de una cena rica, con la mantita por encima, delante de una peli. Disfrutando de estar sol@, primer paso fundamental para ser capaz de convivir con otra persona.

7. Llorar y reir sin motivo. Dejando que todo lo que tu cuerpo siente salga y se vacíe. La sensación que te queda es eterna. Merece la pena probarlo.

8. Llevarle la contraria al mundo, por un rato, ser diferente, raro, especial, único, porque te apetece, porque lo vales, simplemente porque tienes el día. Y al día siguiente ser capaz de no arrepentirte, de dar las gracias, y de pedir perdón, si alguna rareza ha sido muy descabellada.

9. Darle la vuelta a la tortilla. Intentar ver el lado bonito de todas las cosas que te suceden y te rodean. Al final lo haces por costumbre y disfrutas más.

10. Vivir cada momento como si el aire no te llegara a los pulmones, pero tu mente siguiera lúcida para poder elegir.


Son unas cuantas cosas, y son las mías, no hace falta que las compartáis conmigo. Si alguna os sirve os la regalo, y seguramente me he dejado un montón, pero es una tarde domingo, y también me apetece disfrutar del silencio, de la calma y la tranquilidad, antes de la vorágine que llegará mañana.

Besitos para todos!

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola!!

estoy gratamente sorprendido por ese pequeño inventario. He de decir que siempre es más interesante lo triste, el otro lado más oscuro de lo alegre (qué le vamos a hacer, las personas somos ASÍN )

Muchísimas gracias, bbells, por los ánimos de quien intuye que el que escribe no pasa por su mejor momento (ya sabes, qué guay es rebozarte en tu propio barro y darte lástima, al menos un tiempo de duelo, aunque sepas que es inútil y francamente contrario a los intereses de los enamorados)

Mua mua y mua

bbells dijo...

La compasión hacia uno mismo es horrorosa!! No se logra nada, hay que enfrentarse a uno mismo y llamarse imbécil, dejar de arrastarte por la vida como un despojo porque estás triste, que sí, que sí, que ya sabe todo el mundo, y uno mismo el que más, que estás triste, pero llega un punto en el que hay que decir ¡ya vale! Ponerse delante del espejo, hacer un esfuerzo por ponerse guapo, y por quitarse esa mueca de amargura de verdad, que las medias-sonrisas son más tristes que la seriedad. Y esa mirada!!!
Lo digo yo, que estuve metida un añito ahí dentro, y el día que decidí salir a la calle a sonreir, una buena amiga me dijo que llevaba meses esperándome para darle la bienvenida a mi nueva vida. No me funcionó mal, ¿no? Ahora vuelvo a ser feliz -no constantemente, pero tengo ratitos muy gratos- y en días como hoy... ¡Sólo con este sol merece la pena enseñar los dientes y una bonita mirada de felicidad!
No te dejes llevar por la autocompasión y la amargura, por favor.

Besos para tí también, aunque si sigues así, no tengo muy claro si te los mereces, hay que ganárselos!!