jueves, 17 de noviembre de 2005

¿Novias?

El otro día, comentaba el comportamiento de los hombres, dejando a un lado el de las mujeres, hoy tocamos nosotras. Demos las gracias al comentario de mi querida hermana pequeña, que ha sido mi musa.

Cuando las mujeres salimos de una relación larga, y ya no hablemos, cuando lo único que hemos conocido, son ese tipo de relaciones, pretendemos cambiar radicalmente nuestro pensamiento. Pero no es tan fácil. Estamos acostumbradas a que siempre ha habido un hombre que nos escuchaba, nos admiraba, nos quería con pijama de franela, y en minifalda, siempre estaba contento de vernos, y era capaz de decir una crítica constructiva, por nuestro bien, y por supuesto, si la relación ha sido buena, nunca existieron las mentiras. Además de todo esto, nos gustaba estar en el sofá, con la cabeza sobre su regazo mientras nos tocaba el pelo, los besos en la mejilla, en la frente, en los sitios donde nos dolía, los masajes cuando estábamos cansadas, la medicación cuando estábamos enfermas, y un sin fin de etcéteras, que vienen a resumir los mimos que te da un hombre cuando siente un tremendo amor por ti. Y todo esto, se lo pedimos a un amor de barra, es decir, “a un polvo de una noche”, es más, como no se lo podemos exigir a éste tipo de hombres, intentamos tener uno de esos amigos fijos, es decir, con los que tomarte una cerveza una tarde entre semana, e irte con él a la cama el fin de semana.

Como la situación “ideal” es bastante difícil de conseguir, puesto que ya hemos comentado como son los hombres, buscamos una alternativa. “Mi hermana pequeña” me comentaba el otro día, que todas las solteras terminamos formando una pareja, eso sí, una pareja de amigas inseparables, que ejerce el papel de “novia”. A la “novia” la llamas todos los días, varias veces, quedas con ella, más de lo que hacías con tu antigua pareja, hablas, ves la tele, cenas, y en ocasiones hasta duermes con ella, os cuidáis mutuamente, ese es el papel. Es la única persona a la que últimamente ves, a la que haces caso, a la que le cuentas tus problemas, ella ejerce ese papel que echas tanto de menos tras la ruptura. Eso sí, no suple la carencia sexual, por supuesto, pero gracias a ella, las solteras son capaces de seguir con la vida de soltera sin engancharse al primer hombre que cruce la puerta del bar en el que estén.

Poneros a observar las solteras de vuestro alrededor, ¿quién no tiene una “novia”? ¿quién no tiene esa amiga inseparable con la que hasta va al mercado para hacer la compra de la semana?, esa amiga con la que sale de marcha el fin de semana, el domingo queda, todavía con las legañas en los ojos, a comentar los hechos del día anterior, y el lunes desayunan juntas, si se puede.

Como mujer, observadora, y reflexiva, os cuento que todo esto que hacemos es un mecanismo de defensa, pero de los mecanismos de defensa femeninos, hablaremos otro día.

Dedico todo este alegato, a la “novia”, Polilla, porque sigamos pasándonoslo igual de bien que últimamente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

sin comentarios (cet)

Pau Esquivias dijo...

Amor mio, yo pienso que deberamos hacerlo oficial y poner fecha para el enlace, ahoa q nos podemos casar.....ya diras